¿En qué se diferencia una piel seca de una piel deshidratada?

¿En qué se diferencia una piel seca de una piel deshidratada?

Es muy común confundir una piel seca con una piel deshidratada y viceversa, pero debes de saber que son pieles distintas y hoy te vamos a ayudar a diferenciarlas🔍.


¿Qué características tiene la piel seca?


La piel seca no es un estado de la piel, sino un tipo de piel. Se caracteriza por la falta de hidratación y aceites naturales, es decir, la propia piel no produce ni retiene la grasa ni el agua necesaria para mantener su suavidad, elasticidad y equilibrio.

Tiene una textura áspera y rugosa, puede presentar descamación, enrojecimiento e irritación. Además, después de lavarla, se siente con tirantez y es más propensa a que se marquen las líneas de expresión y arrugas. Por eso es imprescindible utilizar una crema hidratante antiedad, tanto para prevenir la aparición de arrugas como para difuminar las ya existentes.


Y la piel deshidratada, ¿cómo es?


En cambio, la piel deshidratada es un estado temporal de la piel y puede afectar a todo tipo de pieles, desde las más secas hasta las más grasas. El principal problema de este tipo de piel es la falta de agua y esto es provocado por el estrés, la exposición al sol, el uso incorrecto de cosméticos, la falta de sueño, el clima y la deshidratación interna (de ahí a que sea tan importante hidratarnos también por dentro).

Tiene un aspecto apagado, con falta de luminosidad, por eso se recomiendan tratamientos que aporten vitalidad a la piel como el sérum antioxidante. Además, presenta sensación de tirantez en algunas zonas específicas y se suele notar más sensible de lo normal. Recuerda: es un estado y no un tipo de la piel, (no la tenemos siempre así) y cuando se deshidrata, la sentimos diferente a lo habitual.


Rutina facial para pieles secas y pieles deshidratadas


Ya tengas una piel seca o deshidratada, es imprescindible que tu rutina facial contenga como mínimo, una buena limpieza e hidratación.

Opta por un limpiador suave que purifique e hidrate la piel, como nuestro limpiador con Aloe vera y aceite de pepita de uva, que además de eliminar las impurezas, te mantendrá la piel hidratada.

Utiliza una crema de día antiedad que contenga factor de protector solar, ya que además de evitar el envejecimiento cutáneo, mantenga tersa, jugosa e hidratada la piel durante todo el día.

Por la noche🌙, no olvides volver a aplicar el limpiador purificante e incorporar una crema de noche regenerante antiedad. Este paso es muy importante, ya que la piel se regenera de forma natural mientras dormimos, y si aplicamos activos que además de reducir los signos visibles de la edad, potencien esta regeneración, conseguiremos una piel saludable, tersa y equilibrada.

La cuestión no es aplicarse muchos productos, sino los justos y necesarios para ser constantes y conseguir resultados visibles cuanto antes✨.

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